Introducción
El desarrollo de políticas económicas desde el nivel macro ha impactado de manera diferenciada a hombres y mujeres en el nivel de la microeconomía. La liberalización del mercado y el menor gasto social con el continuo desmantelamiento del Estado de Bienestar ha llevado al incremento de la pobreza en países en desarrollo. De acuerdo a datos calculados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en México el 18.2 por ciento padece pobreza alimentaria; el 24.7 por ciento pobreza de capacidades y el 47 por ciento de la población pobreza de patrimonio. Esta situación ha llevado a la búsqueda de opciones para la sobrevivencia, desarrollando fenómenos de alto impacto social y económico a nivel nacional y local, como lo es la migración interna y externa y la alta penetración del narcotráfico.
En el Distrito Federal (D. F.) con 8,725,916 habitantes, el 5.4 por ciento vive en pobreza alimentaria; 10.3 por ciento con pobreza de capacidades y el 31.8 por ciento en pobreza de patrimonio, lo que lo coloca en el penúltimo lugar de niveles de pobreza de las 32 entidades de la República Mexicana. Gobernado desde el año de 1997 por el partido más identificado con la izquierda, se han implementado políticas sociales de tipo universal para atención de necesidades de salud, educación y de apoyos económicos a grupos vulnerables (adultos mayores, hijos de madres solteras, personas con discapacidad).
El gobierno electo en el año 2006 propuso desde su campaña incluir la perspectiva de género como eje transversal de las políticas públicas, incluyendo el presupuesto, lo que se ha desarrollado con el acompañamiento de feministas desde las organizaciones de la sociedad civil e institucionalmente con el trabajo del Instituto de las Mujeres de la localidad. Para el año 2008 se han planteado las bases para la formulación de políticas públicas y presupuestos que incluyan la perspectiva de género en el D. F.
Mi interés en este trabajo es analizar cómo se está desarrollando la modificación presupuestal en el nivel delegacional, que es el ámbito gubernamental más cercano a la población, específicamente en los programas operativos anuales.
El Distrito Federal y la equidad de género
En el Programa General de Desarrollo (PGD) 2007-2012 del Gobierno del Distrito Federal (GDF) se ha determinado a la equidad de género como una de las perspectivas transversales, definiendo:
"La equidad de género es una de las prioridades de esta administración, por ello cada una de las dependencias de la administración pública en el Distrito Federal habrá de enfocar su quehacer de acuerdo con esta perspectiva de forma que oriente el conjunto de su actividad. A lo largo de este gobierno habremos de lograr que las mujeres alcancen un efectivo ejercicio de sus derechos y se destierren los mecanismos de subordinación y discriminación que constituyen un lastre para nuestra sociedad".
Plantea que cada una de las perspectivas transversales establece formas en que se definen las estrategias y habrán de traducirse, en los programas sectoriales y especiales, en líneas de acción de las dependencias, y encontrarán expresión en la programación y presupuestación anual.
El diagnóstico sobre mujeres y equidad del PGD muestra que el DF tiene el índice de desarrollo humano más alto del país: 0.8830, que al introducir indicadores de género baja a: 0.8758, lo que se explica con los siguientes datos: el porcentaje de mujeres sin instrucción es mayor al de los hombres, 4.6% contra 2.4%; el 73.5% de la población analfabeta son mujeres.
Aunque la tasa de participación económica de las mujeres va en aumento constante, la inequidad está presente en el ingreso. De los hombres que trabajan, el 6.3% obtienen ingresos menores a 1 salario mínimo, esta proporción es mayor en las mujeres, donde el 11.5% de las mujeres percibe menos de un salario mínimo. Esta brecha es igualmente amplia en los rangos de ingresos superiores, en el grupo de ingresos de más de 10 salarios mínimos, el 7.9% de los hombres se ubica en este nivel, contra el 4.0% de las mujeres. En los últimos 40 años el número de hogares ha incrementado pero también cambiado de características, la participación de los hogares con jefatura femenina va en aumento; en 1960 por cada 100 hogares 16 eran dirigidos por una mujer, en el 2000 fueron 26 y para el 2005 fue de 28.9 por cada 100.
De los objetivos definidos para el eje de equidad se encuentra el de instituir la perspectiva de género como criterio fundamental, permanente, en la formulación y ejecución de las políticas públicas. La perspectiva de género también está referida en las estrategias y objetivos para los ejes de: seguridad y justicia expedita, economía competitiva e incluyente; nuevo orden urbano: servicios eficientes y calidad de vida para todos. En el eje denominado "Gestión pública eficaz y responsabilidad de la sociedad" se considera como acción estratégica que la perspectiva de género será institucionalizada en la cultura organizacional de las dependencias y en todas las acciones y niveles de gobierno y que se emplearán indicadores para evaluar la transversalidad de la perspectiva de género en las políticas públicas.
El Programa de Igualdad de Género (PIG)
En materia de planeación se identifica un avance sustancial para la equidad de género, que en términos normativos tiene alcance, como se constata en el Manual de Programación-Presupuestación para la formulación del Anteproyecto del Presupuesto de Egresos 2008, que determina el mismo enfoque de transversalidad e incluye una innovación: el Programa 12 "Igualdad de Género", que es una de las herramientas programático-presupuestarias que permitirá identificar el gasto orientado a actividades institucionales con incidencia, directa o indirecta en la equidad de género. El objetivo, dice el manual, es tener una política de egresos que además de satisfacer las necesidades básicas, promueva el reconocimiento social y el empoderamiento de las mujeres.
El Manual instruye que las actividades institucionales que conformen el PIG podrán ser de tres tipos y deberán cumplir con las siguientes características:
1. "Promover la Equidad de Género": Se compone por una sola actividad institucional e incluirá acciones para la promoción de los derechos humanos de las mujeres; así como acciones dirigidas a sensibilizar, concientizar o promover la equidad de género tanto al interior de la Administración Pública del D. F. como hacia la ciudadanía en general, con la finalidad de lograr una cultura de igualdad sustantiva en la Ciudad. Esta actividad agregará acciones como campañas de difusión, talleres, cursos, o ferias. La unidad de medida para esta actividad será acción;
2. "Diseñar y Coordinar Políticas Públicas con Perspectiva de Género": Se compone por una sola actividad institucional mediante la cual se realizarán acciones que garanticen la transverzalización y fortalecimiento institucional de la perspectiva de género dentro de las políticas públicas del GDF, desde las fase de planeación hasta la ejecución de las mismas. Esta actividad institucional comprenderá acciones de diagnóstico, evaluación y seguimiento, entre otras. La unidad de medida para esta actividad será acción; y
3. Políticas públicas para la igualdad de género: Esta clasificación agrupará actividades institucionales cuya finalidad principal será fomentar la equidad de género. Dichas actividades abarcaran las medidas especiales, de carácter correctivo o compensatorio que realice el GDF para acelerar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres; así como las actividades institucionales dirigidas exclusivamente a mujeres u hombres con el fin de cubrir necesidades específicas de su sexo.
Más cerca de la sociedad
En el marco del enfoque institucionalista, en el que son fundamentales las instituciones al regir el comportamiento y las relaciones entre individuos en su actividad cotidiana, y con referencia a la mesoeconomía que plantea Elson (1996, 293) como el nivel situado entre el macro y el micro y que tiene que ver con las estructuras que median entre los individuos y la economía, el análisis que se desarrolla se enfoca a las actividades institucionales que se integran en el presupuesto del PIG, con base al Programa Operativo Anual de cada una de las 16 delegaciones del Distrito Federal, en la consideración de que es el nivel de gobierno con mayor cercanía con la ciudadanía y con mayores posibilidades de implementar actividades para modificar las relaciones sexo-género.
En términos presupuestales se analiza el gasto que las delegaciones orientan al PIG en comparación con el total de sus presupuestos; se incorpora la variable poblacional desglosada por sexo y lo que correspondería de manera general en gasto para cada mujer. Se finaliza el análisis de gasto considerando el porcentaje del PIG con relación al total de presupuesto en correspondencia con los indicadores de desarrollo relativo al género.
Con la finalidad de conocer las prioridades en políticas públicas que las delegaciones determinaron como medidas especiales de carácter correctivo o compensatorio para acelerar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, se analizan las actividades institucionales del PIG.
Presupuestos sensibles al género
Los presupuestos sensibles al género surgen a mediados de la década de los 80, denominados "presupuestos de mujeres" porque se centraban en los impactos que éstos tenían en las mujeres y las niñas. Desde fines de la década de los 90 los términos presupuestos de género, presupuestos sensibles al género, presupuestos con perspectiva de género e iniciativas de presupuestos de género se usan con más frecuencia, reflejan una estrategia para emplear el género como categoría de análisis y tratan de eliminar la tendencia a representar erróneamente los presupuestos de mujeres como presupuestos por separado para las mujeres (Sharp, 2003)
Las iniciativas de presupuestos sensibles al género proponen analizar cualquier forma de gasto público o mecanismo de recaudación de fondos públicos identificando las consecuencias e impactos en las mujeres y las niñas en relación con los hombres y los niños, que pueden tener varias formas: en el ámbito de los gobiernos locales, regionales o nacionales; dentro de los organismos gubernamentales, organizados por funcionarios/as y ministros/as; en asambleas electas, organizadas por representantes electos/as; fuera del ámbito de gobierno, organizadas por investigadores/as y organizaciones de la sociedad civil. Asimismo una iniciativa de presupuesto sensible a género puede centrarse en una etapa particular del ciclo presupuestal: planificación para identificar los objetivos; estimación para identificar asignaciones financieras para lograr los objetivos; auditorías para identificar malversaciones de fondos; evaluación del alcance en el cumplimiento de los objetivos. (Elson, 2002)
El examen de los presupuestos constituye una parte fundamental del proceso de sensibilización y se requiere evaluar los documentos presupuestarios. Un punto de partida ha sido identificar los gastos sensibles al género y una herramienta útil ha sido categorizar los gastos según se trate de de gastos destinados específicamente a grupos en función del género; gastos gubernamentales para la igualdad de oportunidades de empleo que producen impactos de género significativos; y gastos generales o centrales que pueden tener importantes impactos de género ya sean directos o indirectos. El objetivo de cambiar los presupuestos y las políticas a un enfoque sensible al género no puede realizarse aisladamente; debe ser entendido en relación con los objetivos interrelacionados de sensibilización y rendición de cuentas. La aplicación de cambios presupuestarios es más proclive a ser sostenida si están fundados en buenos análisis y procesos de rendición de cuentas, por medio de los cuales se pueda responsabilizar a los gobiernos por lo que hacen o dejan de hacer. (Sharp, 2003)
Aun cuando hay igualdad de derecho para mujeres y hombres, existen patrones diferenciados de conducta relacionados con lo femenino y con lo masculino transmitidos culturalmente, que se traducen en circunstancias de vida diferenciadas, de donde resulta que las políticas públicas afecten de manera desigual a mujeres y hombres, siendo en muchos casos mayor la desventaja que la cultura transmite hacia las mujeres. (Pérez y Pérez, 2007)
La economía crítica feminista plantea que el funcionamiento de la reforma económica a los niveles micro, meso y macro tiene orientación masculina, perpetuando la relativa desventaja de las mujeres, aunque parezca ser neutral en términos de género, debido a que la teoría económica ortodoxa o crítica es incapaz de tomar en cuenta la desigualdad de las mujeres y de los hombres. Apunta la necesidad de analizar cómo está conformada la orientación masculina a los niveles meso y macro, a nivel de instituciones mediadoras y de agregados monetarios. Refiere que a nivel meso, el funcionamiento de los mercados, empresas y dependencias del gobierno adquiere género mediante las normas y redes de protección social para el buen funcionamiento de las instituciones y la familia es una institución de género de manera intrínseca. Asimismo plantea que las reformas de política económica frecuentemente incluyen el surgimiento de nuevas instituciones del nivel meso, pues la tendencia es la reducción del Estado creando agencias gubernamentales de otra clase, las que tenderán a promover instancias de orientación masculina, en las que las mujeres son excluidas o se encuentran en situación de desventaja, por lo que las reformas de políticas económicas aun cuando no sean de orientación masculina por su diseño, lo serán por omisión. Se puede introducir el análisis de género en el nivel meso estudiando cómo las normas y organizaciones sociales necesarias para el funcionamiento de las instituciones son portadoras de género. (Elson, 1994)
Como refiere Alma Espino (2006), para que las políticas cumplan con objetivos de eficiencia y justicia social, deben considerar en qué medida el rol reproductivo de las mujeres y las desigualdades de género impiden que éstas se beneficien de las ganancias de las políticas. Se trata de construir la institucionalidad necesaria para acompañar y guiar los procesos, ampliando el análisis con las múltiples interacciones que le dan sentido y forma a los procesos económicos. La inclusión de la dimensión de género y la equidad en el debate político y estratégico de los acuerdos de integración económica y comercial así como de los aportes de la economía feminista que desafía el paradigma económico prevaleciente pueden contribuir a superar los obstáculos históricos de América Latina para alcanzar el desarrollo humano.
Hipótesis de trabajo
La proporción de gasto para el PIG no tiene relación con indicadores de desarrollo relativo al género, ni con estimaciones de pobreza en las delegaciones del Distrito Federal.
Las actividades institucionales del programa de igualdad de género en el ámbito delegacional no son homogéneas y no atienden las causas estructurales de la desigualdad en el sistema sexo-género del Distrito Federal.
El gasto para el Programa de Igualdad de Género (PIG).
La primera identificación es el presupuesto total del PIG en cada delegación y su relación con el total del presupuesto a aplicar.
DELEGACIÓN | PPIG1 | PRESUPUESTO TOTAL DE LA DELEGACIÓN1 | PORCENTAJE |
CUAUHTEMOC | 659,360.00 | 1,952,527,390.00 | 0.0337 |
ALVARO OBREGON | 3,336,471.00 | 1,555,625,393.00 | 0.2144 |
MILPA ALTA | 1,900,000.00 | 732,759,512.00 | 0.2592 |
GUSTAVO A. MADERO | 6,962,974.00 | 2,539,325,774.00 | 0.2742 |
BENITO JUÁREZ | 3,290,650.00 | 1,067,059,618.00 | 0.3083 |
IZTACALCO | 7,256,000.00 | 1,060,227,669.00 | 0.6843 |
TLALPAN | 12,353,816.00 | 1,421,020,005.00 | 0.8693 |
TLAHUAC | 8,861,770.00 | 931,838,002.00 | 0.9509 |
XOCHIMILCO | 11,743,239.00 | 1,112,304,920.00 | 1.0557 |
COYOACAN | 17,162,906.00 | 1,377,282,598.00 | 1.2461 |
AZCAPOTZALCO | 14,707,322.00 | 1,065,490,604.00 | 1.3803 |
IZTAPALAPA | 41,423,083.00 | 2,942,243,007.00 | 1.4078 |
MAGDALENA CONTRERAS | 11,923,690.00 | 701,641,056.00 | 1.6994 |
MIGUEL HIDALGO | 29,835,417.00 | 1,346,568,912.00 | 2.2156 |
VENUSTIANO CARRANZA | 35,631,197.00 | 1,471,281,551.00 | 2.4217 |
CUAJIMALPA | 26,413,694.00 | 709,172,067.00 | 3.7245 |
TOTALES | 233,461,589.00 | 21,986,368,078.00 | 1.0618 |
Tabla 1. Elaboración propia con base al Programa Operativo Anual del Gobierno del Distrito Federal para 2008.
PPIG. Presupuesto del Programa de Igualdad de Género
1 En pesos mexicanos.
La información se presenta en orden ascendente conforme se incrementa el porcentaje de presupuesto destinado al PIG con respecto al presupuesto total de las delegaciones. La disparidad mayor resulta entre Cuauhtémoc (0.03) y Cuajimalpa (3.72). Considerando la media, por cada cien pesos presupuestados sólo un peso es orientado al PIG.
La diferencia en el porcentaje de recursos puede responder a diversas razones, como la poblacional, por lo que se analiza la relación del presupuesto con el número de habitantes: hombres y mujeres. También se indican los recursos que corresponderían a cada habitante para el programa y los que corresponderían a cada mujer en la consideración de que posiblemente las actividades institucionales derivadas del programa estén dirigidas a mujeres.
DELEGACIÓN | MUJERES | HOMBRES | TOTAL | PPIG1 | PPIG PER CAPITA1 | PPIG POR MUJER1 |
CUAUHTEMOC | 274,505 | 241,750 | 516,255 | 659,360.00 | 1.28 | 2.40 |
ALVARO OBREGON | 359,589 | 327,431 | 687,020 | 3,336,471.00 | 4.86 | 9.28 |
MILPA ALTA | 48,875 | 47,898 | 96,773 | 1,900,000.00 | 19.63 | 38.87 |
GUSTAVO A. MADERO | 640,409 | 595,133 | 1,235,542 | 6,962,974.00 | 5.64 | 10.87 |
BENITO JUÁREZ | 200,069 | 160,409 | 360,478 | 3,290,650.00 | 9.13 | 16.45 |
IZTACALCO | 215,321 | 196,000 | 411,321 | 7,256,000.00 | 17.64 | 33.70 |
TLALPAN | 301,698 | 280,083 | 581,781 | 12,353,816.00 | 21.23 | 40.95 |
TLAHUAC | 155,321 | 147,469 | 302,790 | 8,861,770.00 | 29.27 | 57.05 |
XOCHIMILCO | 187,915 | 181,872 | 369,787 | 11,743,239.00 | 31.76 | 62.49 |
COYOACAN | 339,994 | 300,429 | 640,423 | 17,162,906.00 | 26.80 | 50.48 |
AZCAPOTZALCO | 230,907 | 210,101 | 441,008 | 14,707,322.00 | 33.35 | 63.69 |
IZTAPALAPA | 909,104 | 864,239 | 1,773,343 | 41,423,083.00 | 23.36 | 45.56 |
MAGDALENA CONTRERAS | 115,581 | 106,469 | 222,050 | 11,923,690.00 | 53.70 | 103.16 |
MIGUEL HIDALGO | 192,508 | 160,132 | 352,640 | 29,835,417.00 | 84.61 | 154.98 |
VENUSTIANO CARRANZA | 243,606 | 219,200 | 462,806 | 35,631,197.00 | 76.99 | 146.27 |
CUAJIMALPA | 79,352 | 71,870 | 151,222 | 26,413,694.00 | 174.67 | 332.87 |
Tabla 2. Elaboración propia con base a la información poblacional del Censo 2000 de INEGI.
1 En pesos mexicanos.
Se encuentran cambios en el gasto por persona en algunas delegaciones, pero no se modifican los extremos hallados en Cuauhtémoc y Cuajimalpa. A continuación se muestran indicadores de pobreza estimados por CONEVAL.
DELEGACIÓN | PPIG PER CAPITA1 | PPIG POR MUJER1 | POBREZA ALIMENTARIA | POBREZA DE CAPACIDADES | POBREZA DE PATRIMONIO |
BENITO JUÁREZ | 9.13 | 16.45 | 0.5 | 1.2 | 6.4 |
MIGUEL HIDALGO | 84.61 | 154.98 | 1.9 | 4.1 | 16.5 |
COYOACAN | 26.80 | 50.48 | 2.4 | 5.0 | 18.9 |
TLALPAN | 21.23 | 40.95 | 3.6 | 7.1 | 24.4 |
CUAUHTEMOC | 1.28 | 2.40 | 4.1 | 8.1 | 26.6 |
AZCAPOTZALCO | 33.35 | 63.69 | 3.8 | 7.7 | 27.1 |
CUAJIMALPA | 174.67 | 332.87 | 3.9 | 7.9 | 27.4 |
ALVARO OBREGON | 4.86 | 9.28 | 14.4 | 8.7 | 29.3 |
MAGDALENA CONTRERAS | 53.70 | 103.16 | 5.0 | 9.9 | 32.1 |
IZTACALCO | 17.64 | 33.70 | 5.4 | 10.4 | 32.9 |
VENUSTIANO CARRANZA | 76.99 | 146.27 | 6.1 | 11.4 | 34.4 |
GUSTAVO A. MADERO | 5.64 | 10.87 | 6.0 | 11.4 | 35.0 |
XOCHIMILCO | 31.76 | 62.49 | 7.1 | 13.2 | 37.9 |
MILPA ALTA | 19.63 | 38.87 | 10.9 | 17.6 | 40.8 |
IZTAPALAPA | 23.36 | 45.56 | 7.6 | 14.3 | 41.6 |
TLAHUAC | 29.27 | 57.05 | 10.3 | 18.2 | 46.9 |
Tabla 3. Elaboración propia con indicadores de pobreza estimados por CONEVAL.
1 En pesos mexicanos.
Se observa en la Tabla 3 que no hay correspondencia entre el gasto por persona para el PIG y las estimaciones de pobreza, por lo que se tratará de relacionar el gasto por mujer con los indicadores relativos a género.
DELEGACIÓN | PPIG POR MUJER1 | DELEGACIÓN | IDG |
CUAUHTEMOC | 2.40 | Benito Juárez | 0.9060 |
ALVARO OBREGON | 9.28 | Miguel Hidalgo | 0.8701 |
GUSTAVO A. MADERO | 10.87 | Tlalpan | 0.8479 |
BENITO JUÁREZ | 16.45 | Álvaro Obregón | 0.8396 |
IZTACALCO | 33.70 | Venustiano Carranza | 0.8355 |
MILPA ALTA | 38.87 | Cuajimalpa | 0.8276 |
TLALPAN | 40.95 | Xochimilco | 0.8192 |
IZTAPALAPA | 45.56 | Tlahuac | 0.8026 |
COYOACAN | 50.48 | Coyoacan | 0.8712 |
TLAHUAC | 57.05 | Cuauhtémoc | 0.8581 |
XOCHIMILCO | 62.49 | Azcapotzalco | 0.8360 |
AZCAPOTZALCO | 63.69 | Iztacalco | 0.8360 |
MAGDALENA CONTRERAS | 103.16 | Magdalena Contreras | 0.8301 |
VENUSTIANO CARRANZA | 146.27 | Gustavo A. Madero | 0.8264 |
MIGUEL HIDALGO | 154.98 | Iztapalapa | 0.8115 |
CUAJIMALPA | 332.87 | Milpa Alta | 0.7721 |
Tabla 4. Elaboración propia con base a la información con base a IDG de PNUD 2000.
1 En pesos mexicanos.
En la lógica de que a menor índice de desarrollo relativo al género se requiere mayor presupuesto para programas de igualdad de género, sólo en dos delegaciones hay coincidencia en la posición que ocupan en la tabla 2.
Los resultados no dan respuesta a las diferencias presupuestales para el PIG en las delegaciones, y refleja que los indicadores relativos a género y de pobreza, que podrían dar un diagnóstico para definir prioridades en políticas públicas como medidas especiales de carácter correctivo o compensatorio para acelerar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres son considerados eventualmente.
En términos de gasto se comprueba parcialmente la primera hipótesis por la coincidencia en las Delegaciones Coyoacán y Magdalena Contreras, relacionando el gasto del PIG para cada mujer que habita en esas delegaciones y los indicadores relativos a género.
La relación de gasto del PIG con estimaciones de pobreza no tiene correspondencia, por lo que no aplicaría el planteamiento del PNUD para el desarrollo humano sostenible, que refiere a la igualdad de género como uno de sus pilares para la reducción de la pobreza, con el razonamiento de que sin el empoderamiento y avance de las mujeres, sin la promoción de la igualdad de género, no puede reducirse la pobreza (Cagatay, 1999).
Las actividades institucionales del Programa de Igualdad de Género
El PIG incorpora actividades institucionales, que de acuerdo a la definición del manual: la finalidad principal es fomentar la equidad de género, abarcando medidas especiales, de carácter correctivo o compensatorio para acelerar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres; así como las actividades institucionales dirigidas exclusivamente a mujeres u hombres con el fin de cubrir necesidades específicas de su sexo.
DELEGACIÓN | AI 1 | AI 2 | AI 3 | AI 4 | AI 5 | AI 6 |
CUAUHTEMOC | 1,800 niños | |||||
ALVARO OBREGON | 2,200 niños | 12 proyectos | ||||
MILPA ALTA | 613,143 niños | |||||
GUSTAVO A. MADERO | 2,247 niños | |||||
BENITO JUÁREZ | 650 niños | |||||
IZTACALCO | 944 niños | 52 eventos | 8,000 estudios | |||
TLALPAN | 420 niños | 9 apoyos | ||||
TLAHUAC | 800 niños | 2,000 estudios | ||||
XOCHIMILCO | 3,240 niños | 1,000 estudios | ||||
COYOACAN | 1,800 niños | 1,800 apoyos | ||||
AZCAPOTZALCO | 800 niños | 2 eventos | 1,948 estudios | 3,000 apoyos | 360 personas | |
IZTAPALAPA | 2,500 niños | 158 eventos | ||||
MAGDALENA CONTRERAS | 350 niños | 5 proyectos | ||||
MIGUEL HIDALGO | 1,400 niños | 934 eventos | 660 personas | |||
VENUSTIANO CARRANZA | 2,418 niños | |||||
CUAJIMALPA | 740 niños |
Tabla 5. Elaboración propia de acuerdo al Programa Operativo Anual del Gobierno del Distrito Federal.
AI. Actividad Institucional.
AI 1. Proporcionar atención a niños y niñas en centros de desarrollo infantil (CENDIS).
AI 2. Promover la equidad de género.
AI 3. Realizar estudios de mastografías.
AI 4. Otorgar apoyos a jefas de familia.
AI 5. Promover el desarrollo de la mujer empresaria.
AI 6. Prevenir y atender la violencia familiar y comunitaria.
Por la limitación de este trabajo tomaré para analizar la actividad que han presupuestado todas las delegaciones: proporcionar atención a niños y niñas en centros de desarrollo infantil.
Para tener mayores elementos de análisis he localizado un instrumento formal denominado "Normas Generales para la Prestación del Servicio Educativo Asistencial en los Centros de Desarrollo Infantil Delegacionales del Gobierno del Distrito Federal", que define:
Los Centros de Desarrollo Infantil Delegacionales (CENDIDEL), son instituciones cuya misión es otorgar con oportunidad y calidad un servicio educativo-asistencial en los niveles inicial y preescolar, preferentemente, a los hijos de madres, padres o tutores trabajadores, hasta donde los recursos humanos, económicos y materiales lo permitan según la capacidad instalada.
Tienen derecho al servicio educativo-asistencial en los CENDIDEL, todas las niñas y niños de la población en general en edades de 45 días a 5 años 11 meses, preferentemente los hijos (as) de madres, padres o tutores trabajadores.
El encontrar que tanto padres como madres son beneficiarios del servicio de los centros de desarrollo infantil, consideré que estamos por un camino en la búsqueda de modificar las relaciones de sexo-género al interior de las familias, descargando a las mujeres de su rol cuidador de la/os hija/os, pero en la búsqueda de los requisitos para ingreso en algunas delegaciones encontré algunas variaciones:
ALVARO OBREGON | Brinda servicio educativo-asistencial de calidad y excelencia a infantes de 6 meses a 5 años 11 meses, hijos de madres trabajadoras y de comunidad abierta. |
BENITO JUÁREZ | El objetivo de los CENDI …ofrecer a la población que fluctúa entre los seis meses y los cinco años 11 meses de edad un servicio integral, educativo asistencial que proporcione tranquilidad emocional a las madres trabajadoras durante su jornada laboral; certidumbre que desembocará en un mejor rendimiento. |
COYOACAN | Brindar el servicio de educación inicial y preescolar a niños preferentemente a madres trabajadoras, locatarias en los 19 Centros de Desarrollo Infantil. |
IZTAPALAPA | Serán Beneficiados de servicio: Niñ@s de 45 días de nacido a 5 años 11 meses cumplidos al 31 de diciembre, prioritariamente hijos de madres trabajadoras. Padres y madres trabajadores, que tengan la patria potestad de l@s niñ@s y los tutores que así lo acrediten. Hijos de madres no trabajadores, en los casos en que la capacidad instalada del CENDI así lo permita. |
MIGUEL HIDALGO | Los Centros de Desarrollo Infantil originalmente llamados Guarderías, tenían como objetivo cuidar y proteger a los hijos de las madres trabajadoras durante su jornada laboral, actualmente los servicios que en éstos se brinda rebasan sobre manera esta finalidad, por lo que es preciso erradicar el término Guardería que se sigue utilizando y sustituirlo por el de Centro de Desarrollo Infantil CENDI, que permite en una forma objetiva distinguir su propósito fundamental: el desarrollo integral del niño. |
VENUSTIANO CARRANZA | Procurar atención a niños y niñas en guardería, dando mayor prioridad a las madres trabajadoras, promoviendo el desarrollo integral de los niños y niñas. |
CUAJIMALPA | Los CENDIDEL Cuajimalpa, tienen como misión brindar un servicio educativo – asistencial de calidad y excelencia a los hijos de las madres trabajadoras y de escasos recursos económicos, cuyas edades oscilan entre 90 días de nacidos a 5 años 11 meses de edad. |
Como se puede observar con excepción de Iztapalapa, las otras delegaciones únicamente se refieren a hijo/as de madres y no de padres.
La primera reflexión con lo hallado en el análisis de las actividades institucionales es que todas las delegaciones tuvieron como prioridad proporcionar atención a niños y niñas en centros de desarrollo infantil, lo cual puede facilita a las mujeres para incorporarse en el mercado de trabajo. Aun más allá de la facilitación que esta política resulte para las mujeres, el hecho de que formalmente se considere a padres y madres como beneficiarios podría incidir en la transformación en las relaciones desiguales en el cuidado de los hijos, pero el hallazgo de modificaciones de la norma en los casos concretos, lleva a la reflexión que desde la economía crítica feminista en cuanto a que las reformas tienen orientación masculina, además de ello se aprecia que en la mayoría de las delegaciones el requisito para el servicio de atención a los hija/os, es que se compruebe el trabajo remunerado, quedando el trabajo de cuidado como una variable externa de la economía.
Como lo expresan Guzmán y Todaro (2001), podemos observar la centralidad de la producción mercantil como objetivo económico, implicada la persistencia de una cultura masculina del trabajo, sin dar relevancia a los procesos de cambio de las relaciones de género, con la idea de que lo que ocurre fuera del la producción mercantil no tiene movilidad, y se asignan mediante políticas públicas procesos que llevan a la superioridad de la economía de mercado sin contar con las repercusiones y contradicciones que se implican, pues los marcos interpretativos dominante no consideran los efectos no económicos.
Como se aprecia las políticas públicas no son neutras al género, y en términos del neo-institucionalismo, más allá de las instituciones formales existen también las informales (costumbres, concepciones y prácticas cotidianas), por lo que atendiendo la perspectiva de género se hace necesario tener en cuenta los aspectos que se relacionan con la asignación cultura de roles en función del sexo y la transformación de las instituciones informales (Ocampo, 1998)
Grynspan (1998) refiere que la nueva institucionalidad pública ha llevado a los Estados a promover la descentralización para acercarse a los usuarios y responder las demandas particulares, sin la aplicación de políticas homogéneas que no toman en cuenta las especificidades locales y la heterogeneidad de situaciones, pero como se constata con los resultados del análisis, los peligros de una descentralización mal manejada es que puede aumentar la desigualdad al variar los estándares de calidad en la provisión de servicios. De no considerar la participación de las mujeres logrando su empoderamiento, la descentralización podría llevar a la exclusión de las mujeres de los procesos políticos locales y la profundización de las desigualdades sociales y de género.
La incapacidad de situar el trabajo de reproducción en un marco analítico adecuado lleva a silenciarlo, como un trabajo invisible. Lo que se oculta no es el trabajo doméstico, sino la relación de producción reproducción que se ha analizado como una cuestión privada y como un problema específicamente femenino. A las mujeres se les exige que compensen las insuficiencias de los servicios públicos y los efectos destructivos del mercado laboral, siendo la familia el lugar donde se descargan las tensiones y las inseguridades de esos efectos. (Picchio, 1994)
La segunda hipótesis se cumple, dado que las actividades institucionales priorizadas en el PIG no son homogéneas y no llevan a modificaciones de las relaciones de género. Aunque en el caso de Iztapalapa se aprecia un marco diferente de implementación, en general se identifican dos circunstancias: Aunque normativamente la/os hija/os de padres y madres pueden acceder a la atención en los centros de desarrollo, en la implementación se determina el acceso a hija/os de las madres; 2. Normativamente se invisibiliza el trabajo doméstico para el acceso al servicio, preponderando el trabajo remunerado.
Conclusión
La modificación de los esquemas de presupuestación para el Distrito Federal da cuenta del avance que han posibilitado diferentes fuerzas institucionales como el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y la Comisión de Equidad y Género del ámbito legislativo local, así como las organizaciones feministas, lo cual nos lleva a tener un piso formal por el que se pueda incidir en el nivel delegacional para la reformulación de políticas, programas y presupuestos, que más allá de cumplir normativamente los requerimientos determinados desde la centralidad de la Administración Pública, signifiquen transformaciones en la manera de concebir la perspectiva de género.
Esta reflexión me plantea la importancia de atender el tema local, específicamente en los ámbitos delegacionales, sensibilizando y capacitando a los programadores y presupuestadores en la perspectiva de género con un enfoque de transversalidad, de forma que se atiendan las desigualdades de género en los próximos presupuestos para el Distrito Federal. Afortunadamente se ha generado la preocupación en esos ámbitos de gobierno y de acuerdo a lo que he dado seguimiento se están realizando diversos procesos para hacer posible una política efectiva de igualdad de género.
Retomo el planteamiento de Cristina Carrasco (1999), sobre las nuevas propuestas teóricas y metodológicas para un análisis realista del funcionamiento social y económico, con los modelos de negociación, considerando a la familia una institución de conflicto cooperativo, y el desarrollo de un enfoque global integrador que elimine los dualismos tradicionales en economía.
Bibliografía
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Cagatay, Nilufer (1999): "Incorporación de género en la macroeconomía".
Versión revisada de una ponencia preparada para la Reunión de Expertas del World Survey on the Role of Women in Development. Julio 1-3, en Ginebra, Suiza.
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Presentado en el Seminario: Enfoque de género en los presupuestos. Gobierno de Chile (Sernam y Ministerio de Hacienda), PNUD, CEPAL, Unifem, GTZ.
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Grynspan, Rebeca (1998): "Políticas económicas, gasto público y efectos según género", Unidad No. 3, Seminario Economía y Género PRIGEPP-FLACSO, Buenos Aires.
Guzmán, Virginia y Todaro, Rosalba (2001): "Apuntes sobre género en la economía global", en Rosalba Todaro y Regina Rodríguez (eds.) El género en la economía. Isis Internacional; Centro de Estudios de la Mujer (CEM). Ediciones de las Mujeres No. 32.
Ocampo, José Antonio (1998): "Políticas públicas y equidad de género" en Macroeconomía, Género y Estado, Departamento Nacional de Planeación-BMZ-GTZ, Bogotá, TM Editores.
Pérez Fragoso, Lucia y Nayelli Pérez Barceló (2007): "Políticas de gasto público y equidad de género". Montevideo. 2007.
Picchio, Antonella (1994): "El trabajo de reproducción, tema central en el análisis del mercado laboral", en Cristina Borderías, Cristina Carrasco y Carmen Alemany (comps.) Las mujeres y el trabajo. Rupturas conceptuales. Barcelona. FUHEM. ICARIA, 1994.
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Hipertexto del Seminario: Economía y Género: su vinculación para la formulación de políticas públicas. PRIGEPP, 2008.
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